Antropoides (zoología)

Chimpancé joven descansando.
Foto vía San Diego Zoo.


Antropoides
En zoología se utiliza el nombre "antropoides" para designar a varias especies de monos que tienen ciertas características parecidas con el hombre, empezando por la ausencia de una cola; el esqueleto de los antropoides es muy parecido al del hombre, el número de dientes es igual, y la forma de estos es muy similar; el cerebro, aunque más pequeño, se parece también al cerebro humano en su forma y en sus complicadas circunvoluciones. Dejando de lado la facultad humana de hablar, las facultades de los antropoides no se diferencian mucho de las del hombre. Su sangre es muy parecida a la sangre humana, y son susceptibles a muchas de las enfermedades infecciosas que aquejan al humano. A los antropoides también se les llama monos antropomorfos.


La palabra antropoide deriva del griego anthropos (hombre) y eidos (forma), y se aplica específicamente a un grupo de monos de la superfamilia de los catarrinos que se encuentran en las selvas tropicales de África, Asia y el Archipiélago Malayo.


El grupo está representado por:

  • el gorila (Gorilla gorilla y G. beringei) del África ecuatorial
  • el chimpancé (Anthropopithecus niger) del África ecuatorial
  • el orangután (Pongo pygmaeus) de Borneo y Sumatra
  • y las diversas especies de gibones (Hylobates) de los países indomalayos.

Nota sobre el orangután: el termino "Pongo pygmaeus" en malayo significa "hombre de los bosques".



Mujer con orangután de Borneo.


Gorila.


El gorila es el más grande de los antropoides, es tan alto como el hombre, es mucho más robusto y más fuerte; en cambio, los gibones son los más pequeños llegando apenas a un metro de estatura, y son también, los que menos se asemejan a la especie humana. El chimpancé y el orangután son los más inteligentes de todo el grupo, y ambos son hábiles trepadores debido a sus brazos largo y a que tiene el dedo gordo de los pies opuesto a los demás dedos, así como en el caso del pulgar de las manos.


Pareja de gibones.


Los gibones tienen brazos extraordinariamente largos, y pasan casi toda su vida en los árboles, lanzándose de rama en rama como acróbatas. Cuando bajan al suelo caminan en posición vertical, manteniendo el equilibrio con los brazos extendidos. Los otros monos antropomorfos, en cambio, andan y corren con el cuerpo en posición oblicua, apoyando en el suelo los nudillos de las manos.


Casi todos los monos antropomorfos pueden domesticarse fácilmente cuando son jóvenes, pero es raro que vivan muchos años en cautiverio. Si llegan a viejos, generalmente se vuelven huraños e irascibles y pueden ser peligrosos.

***

Comentarios